Vivía
con
mis
padres
en
las
afueras
de
la
ciudad
de
San
Fernando, en
Chile. La
casa
estaba
cerca
de
unos
hermosos
bosques
de
robles.
Tenía
16 años. A
mis
dos
hermanas
y
a
mí, siempre
nos
entusiasmaba
el
poder
ir
a
la
ciudad
a
visitar
amigos
o
ir
al
cine, ya
que
no
teníamos
vecinos.
Un
día
mi
padre
tenía
que
viajar
a
la
ciudad
para
atender
una
conferencia
que
duraba
el
día
entero
y
me
pidió
que
le
llevara, yo
salté
a
la
oportunidad. Mi
padre
me
pidió
que
como
iba
a
pasar
todo
el
día
en
la
ciudad
llevara
el
auto
al
taller. - "Nos
vemos
aquí
a
las
5 de
la
tarde
para
irnos
a
casa"-
me
dijo
mi
padre
cuando
me
despedí
de
él. Me
fui
al
cine
más
cercano
a
ver
una
película
de
John Wayne, después
de
dejar
el
auto
en
el
taller. Pero
la
cinta
estaba
tan
buena
que
me
olvidé
del
tiempo. Eran
las
5:30 de
la
tarde
cuando
me acordé.
Fui
corriendo
al
taller
retiré el
auto
y
me apuré hasta
donde
mi
padre
me
estaba
esperando.
"¿Por
qué
llegas
tarde?" me
preguntó
ansioso mi
padre. Eran
casi
las
6 de
la
tarde. Le
dije
que
el
auto
aún
no
estaba
listo
y
tuve
que
esperar, pues
Me sentía mal
por
mi
atraso
y
no
le
podía
decir
que
estaba
viendo
una
película
de
John Wayne...pero
esto
lo
dije
sin
saber
que
mi
padre
ya
había
llamado
al
taller.
"Algo
no
anda
bien
en
la
manera
que
te
he
criado" - me
dijo
mi
padre
cuando
se dio cuenta
que
había
mentido
- "Algo
no
te
da
confianza
de
decirme
la
verdad. Voy
a
reflexionar
qué
es
lo
que
hice
mal
contigo.
Caminaré las
18 millas
a
la
casa
y
pensaré sobre
esto". Así
fue
como
empezó
a
caminar
hasta
la
casa
por
caminos
de
tierra, sin
iluminación,
vestido
con
su
traje
y
sus
zapatos
elegantes. Manejé
5 horas
y
media
detrás
de
él. No
lo
podía
dejar
solo...manejé
viendo
a
mi
padre
sufrir
la
agonía
de
una
mentira
estúpida
que
yo
había
dicho.
En
ese
momento
decidí
que
nunca
más
iba
a
mentir. FIN
|