En
general, las
aves
siempre
han
tenido
fama
de
ser
portadoras
excepcionales
de
buenas
y
malas
noticias. Tanto
en
la
Biblia
cuanto
en
la
literatura
clásica
hay
muchos
ejemplos
de
esto.
Un ejemplo
está
representado
por
el
uso
de
las
palomas
mensajeras, que
dan
siempre
valiosos
servicios
a
las
tareas
de
información
y
comunicación.
Con
esta
frase
queremos
ocultar
risueñamente
el
conocimiento
del
origen
de
alguna
noticia
llegada
a
nosotros
de
manera
confidencial.
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