Ivana: Hola
Jorge, ¿cómo
estás? Jorge: Muy
bien
Ivana y
tú,
¿qué
cuentas? Ivana: Muchas
cosas, sabes
que
me
cambié
de
casa. Jorge: Oh, qué
bien, te
felicito. ¿Pero
qué
pasó
en
la
casa
donde
vivías
antes? Ivana: No
sabes
que
el
dueño
de
la
casa
me
la
pidió
porque
quería
venderla. Jorge: Oh,
lo siento, qué
lástima, la
verdad
que
a
mí
me
gustaba
mucho
tu
casa
anterior. Ivana: No, no
te
preocupes, la
nueva
casa
es
mucho
mejor
que
la
anterior. Jorge: ¿Por qué lo
dices? Ivana: La
anterior
era
muy
pequeña, ésta
tiene
4 cuartos
y
dos
baños. Jorge: Te
felicito.
Pero, ¿qué
otra
diferencia
hay? Ivana: La
anterior
estaba
en
un
lugar
muy
lejos
del
centro, ésta
está
en
el
centro
de
la
ciudad. Además
la
otra
era
muy
ruidosa, en
cambio
en
ésta
no
se escucha
nada
lo
que
pasa
en
la
calle. Jorge: Uhau, qué
bien.
Ivana: También
la
otra
tenía
muchos
lugares
oscuros, casi
no
había
luz. Ésta
tiene
mucha
luz
y
está
en
el
tercer
piso. Pues
como
la
otra
estaba
en
el
primer
piso, un
día
entraron
unos
ladrones
y
me
robaron
el
televisor
y
el
computador. Jorge:
Lo siento, yo
no
sabía
nada. ¿Cuándo
fue? Ivana: Un
día
que
me
fui
de
paseo
a
la
casa
de
mis
primos
que
viven
en
el
norte
de
España. Cuando
volví
la
puerta
de
mi
casa
estaba
abierta y
faltaban
muchas
cosas, pero
lo
más
valioso
que
robaron
fue
el
televisor
y
el
computador. Jorge: Bueno, pero
no
importa
eso
es
pasado. Ahora
sólo
debes
pensar
en
tu
nueva
casa
y
lo
bonita
que
es. Ivana: Sí
claro, la
verdad
que
lo
que
pasó, lo
dejé
en
el
pasado. Pero
bueno, dime, ¿cuándo
vas
a
venir
a
mi
casa? Ven
para
que
nos
tomemos
unas
cervezas. Jorge: Está
bien, el
fin
de
semana
voy. Ivana: Buenísimo, te
llamo
el
viernes
y
arreglamos. Jorge: Perfecto, hablamos. Y
nuevamente
felicitaciones. Ivana: Gracias, chau. Jorge: Chau.
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