Miguel: Hola
preciosa, ¿cómo
te llamas? Chica: Puedes
llamarme
Tatiana.
Miguel: ¿Qué
haces
en
el
bar? Chica: Trabajo, soy
mesera.
Miguel: ¿Trabajas
todos
los
días? Chica: No, la
verdad
es
que
sólo
trabajo
los
fines
de
semana, porque
en
la
semana
estudio
en
la
Universidad
de
Lima.
Miguel: ¿Todos
los
días
estudias? ¿No
tienes
tiempo
para
salir
a
tomar
un
café?
Chica: La
verdad
es
que
el
miércoles
no
estudio
y
tampoco
trabajo, pero
ese
día
me levanto muy
tarde, luego
me baño y
salgo
a
almorzar
en
algún
lugar.
Miguel: La
verdad
que
tú
eres
muy
linda, ¿por qué no
te maquillas?
Chica: Porque
prefiero
ser
natural. Miguel: Me
parece
muy
bien.
Chica: Sí, además
así
salgo
más
rápido
de
mi
casa, sólo
me baño, me visto y
salgo
para
la
universidad
o
para
el
trabajo, además
cuando
vuelvo
a
casa
del
trabajo
no
tengo
que
quitarme
el
maquillaje.
Miguel: Sí, pero
yo
quiero
preguntar
de
nuevo, ¿cuándo
vas
a
tomar
un
café
conmigo?
Chica: Si
quieres
me
esperas
hasta
que
cerremos
el
bar
y
vamos
a
tu
casa
o
a
la
mía.
Miguel: Pero
no
quiero
que
te
sientas
presionada. Si
quieres
podemos
ir
a
otro
lugar
a
tomar
un
café
y
otro
día
vamos
a
mi
casa
o
a
la
tuya. Pero
si
prefieres
no
tengo
problema
de
ir
a
mi
casa.
Chica: Está
bien
vamos
a
tú
casa, yo
siempre
voy
directo
al
grano.
Miguel: Ok, te
espero. Chica: Listo, ahora
vuelvo.
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