Patricia: Hola
Ángela, tanto
tiempo
que
no
venías
a
visitarme. Ángela: La
verdad
que
iba
pasando
por
aquí
y
me
acordé
que
hace
mucho
que
no
te
veía. Patricia: Bueno
cuéntame, ¿qué
hay
de
tu
vida? Ángela: La
verdad
que
estoy
feliz, porque
tengo
novio
nuevo. Patricia:
Qué
bien, ¿dónde
lo
conociste? Ángela: Lo
conocí
en
un
viaje
que
hice
hace
tres
meses
a
Brasil. Patricia: No
sabía
que
estuviste
en
Brasil. Ángela: Sí, estuve
hace
tres
meses
y
me
quedé
3 semanas. Conocí
muchos
lugares. Un
día
estaba
sentada
en
la
playa
cuando
vi
a
un
chico
sentado
como
a
dos
metros
de
mí. Era
alto, moreno, tenía
más
o
menos
25 años
y
un
cuerpo
muy
grande. Patricia: Oh, me
alegra
mucho, pero, ¿cómo
haces
para
estar
en
contacto
con
él? Ángela: No
necesito
estar
en
contacto
con
él. Yo
lo
convencí
de
venir
conmigo
y
ahora
estamos
viviendo
juntos
en
mi
apartamento. Patricia: Pero, ¿él
no
está
trabajando?. Ángela: Antes
de
venir
para
acá
él
estaba
trabajando
en
un
banco
internacional, así
que
pidió
traslado
y
ahora
está
trabajando
en
una
sucursal
de
su
banco
en
esta
ciudad. Patricia: Te
felicito. Ángela: Gracias. Pero
debo
irme
porque
mi
novio
me
está
esperando
porque
vamos
a
comprar
el
vestido
para
nuestra
boda
el
próximo
viernes. Ya
sabes
que
estás
invitada. Patricia: Ok, nos
vemos
ahí. Mucha
suerte. Ángela: Gracias, chau. Patricia: Chau. La
próxima
vez
tomas
un
café
al
menos. Ángela: Bueno.
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