Luis: ¿Ves
ese
cartel? Ésa
es
la
recepción
del
hotel. Sara: Sí, lo
veo Luis:
Podemos
preguntar
al
recepcionista Sara: Disculpe, no
leemos
ni
entendemos
muy
bien
español
y
tenemos
que
ver
a
unos
amigos
en
la
Estación
Central
Recepcionista: Este
mapa
es
muy
claro. Este
es
el
hotel
donde
estamos, ¿Conocen
este
supermercado
de
la
esquina? Sara: ¡Sí, donde
venden
recuerdos
para
turistas! ¿Ves
Luis? Aquel
donde
bebemos
bebidas
típicas
todos
los
días. Recepcionista: ¡Claro! Ahí
hacen
unas
bebidas
muy
sabrosas. Bueno, a
la
izquierda
del
supermercado, a
este
lado, hay
una
estación
de
autobuses. El
número
305 llega
a
la
Estación
Central. Sara: Tenemos
que
correr
porque
estos
amigos
son
muy
puntuales. Recepcionista: También
pueden
ver
por
aquella
ventana
una
parada
de
taxis, ¿Ven? llegan
a
la
esquina
y
detrás
del
correo, a
la
derecha
de
la
Municipalidad, al
lado
de
aquel
edificio
alto, está
la
parada. Luis: ¡Gracias, ya
comprendemos! Sara, ¿Quieres
perder
el
autobús? Sara: Señor
¿Y
cómo
volvemos
de
la
Estación
Central? Recepcionista: Ese
mismo
autobús
vuelve
al
barrio
donde
está
este
hotel. Luis: Bueno
Sara, ¡ ¿Te
mueves?! ¡ ¿Nos
movemos?! Sara: ¡Ay, este
hombre, qué
pesado! Si
ponemos
atención
entendemos
mejor. Señor, ¿Cómo
vuelve
el
autobús? Recepcionista: Vuelve
por
el
centro
de
la
ciudad, derecho
por
la
avenida
principal, dobla
a
la
izquierda
y
pasa
por
esas
calles
pequeñas
y
coloridas
muy
interesantes
para
turistas. Luis: ¡Así
es
Sarita, ese
autobús
trae
a
todos
hasta
el
hotel!
Sara: ¡Ay
Luis! ¿Por
qué
tienes
tanta
prisa? Luis: Porque
comemos
con
estos
amigos, yo
los
conozco, son
muy
puntuales
y
de
seguro
tienen
hambre
después
del
viaje. A
mí
ya
me
duele
el
estómago. Sara: Sí, tienes
razón. Gracias
señor, hasta
luego.
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