Cliente: Quiero
mandar
este
paquete
a
Estados
Unidos. Empleado: ¿Puede
poner
el
paquete
en
la
balanza
por
favor? Cliente: ¡Es
muy
pesado! ¿Dónde
lo
pongo? ¿Me
ayuda
a
levantarlo? Necesito
cuidar
mi
espalda. Empleado: Claro, yo
lo
tomo
de
este
lado
y
usted
puede
cargarlo
del
otro. Cliente: Ya
está. ¡Pesa
mucho! ¿Verdad? ¿Cuánto
cuesta
el
kilo? Empleado: Cuesta
10 dólares
el
kilo. Cliente: ¡Es
muy
caro! ¡No
tengo
suficiente
dinero! ¿Usted
puede
rebajar
un
poco
el
precio? Empleado: Yo
no
puedo
rebajar
el
precio, pero
puede
mandar
la
carga
por
barco, es
más
barato
que
enviarla
por
avión. Cliente: Pero
lleva
más
tiempo. ¿Cuánto
tiempo
tarda
en
llegar
la
carga
si
la
envío
por
barco? Empleado: Tarda
como
tres
meses. Es
más
barato, pero
no
tiene
seguro. O
sea
si
se pierde, se rompe
o
se estropea
la
carga, el
seguro
no
responde. Cliente: Y
este
paquete
es
muy
importante. Le
regalo
a
mi
mamá
un
cuadro, le
mando
a
mi
hermana
unas
joyas
y
le
envío
a
mi
sobrina
mucha
ropa. Empleado: Es
mejor
mandarlo
por
avión, para
que
el
paquete
viaje
seguro
y
no
corra
riesgos. Cliente: ¿Cuánto
tiempo
tarda
la
carga
en
llegar
si
viaja
por
avión? Empleado: Diez
días, y
el
servicio
incluye
seguro. Cliente: Bueno, creo
que
me
decido, lo
envío
por
avión. Empleado: ¿Paga
en
dólares
o
en
pesos? Si
quiere
puede
también
hacerlo
con
tarjeta
de
crédito. Cliente: Le
agradezco, pero
prefiero
pagar
en
dólares. ¿Puede
venderme
también
unas
estampillas? Empleado: ¡Claro! ¿Usted
colecciona? Yo
colecciono
estampillas
desde
que
trabajo
acá. Cliente: No
las
quiero
para
mí, las
necesito
para
mi
padre. Lo
conozco
muy
bien, sé
que
él
las
colecciona
y
deseo
regalarle
algo
lindo. Empleado: Puede
recibir
estas
estampillas, se las
regalo, quiero
darle
algo.
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