Guille: ¿Te
doy
una
sorpresa? ¿Te
voy
a
buscar
en
una
hora? Sole: ¡¿Que
pasas
por
mi
casa
en
una
hora?! Guille: ¡Sí!, puedes
bajar
y
esperar
afuera
del
edificio. Te
llevo
al
teatro. Sole: ¡Qué
dulce! ¡Amo
el
teatro! Pero
es
caro. ¿Cuánto
cuesta
la
entrada? ¿Cómo
piensas
pagar? Guille: ¡Ya
empiezas
con
tus
cosas! No
tienes
que
pensar
ni
hablar
de
dinero. Me
descuentan
parte
del
precio
por
trabajar
en
la
universidad. Yo
compro
ahora
las
entradas, llego
a
tu
casa, tú
estás
abajo
y
caminamos
juntos
hasta
el
teatro. Está
cerca. Sole: Confieso
que
hace
tiempo
sueño
con
sacar
entradas
para
escuchar
un
buen
concierto
o
encontrar
una
linda
obra
de
teatro
barata. Guille: Pues
ahora
te
muestro
que
no
soñamos. La
obra
comienza
a
las
nueve
de
la
noche, así
es
que
vamos
a
colgar
el
teléfono
y
fijar
una
hora
para
estar
listos. Sole: Yo
todavía
no
lavo
la
loza
del
almuerzo, no
limpio
mi
habitación
y
me
tengo
que
probar
ropa. ¿Por qué no
me
ayudas
en
eso? Guille: ¡Ah! Recuerdo
qué
difícil
es
invitar
a
alguien
al
teatro. ¡Las
chicas
toman
tanto
tiempo
para
todo! ¡Siempre
llegamos
cuando
cierran
el
teatro! Sole: ¡Yo
no
soy
cualquier
chica! ¡Voy
a
demostrar
que
estoy
lista
muy
temprano! Dejo
algunas
cosas
para
después
y
así
gano
tiempo. ¡Vuelo! ¡Y
estoy
linda
muy
temprano! Guille: ¡Eso
suena
bien! Si
estás
muy
linda, perdono
cualquier
atraso.
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