Ariel: Hola
¿Es
el
número
0526951182? Ema: Sí. ¿Con
quién
desea
hablar? Ariel: Con
Ema Ema: Con
ella
habla, ¿quién
es? Ariel: Hola
Ema, soy
Ariel, ¿cómo
estás? Ema: ¡Ariel! ¿Por qué llamas
a
esta
hora? ¡Son
las
tres
y
media
de
la
mañana! ¡Es
muy
tarde! Y
¿Qué
pasa
con
tu
voz? No
la
reconozco. Ariel: Perdón, tienes
razón, es
muy
tarde. Es
que
mi
reloj
está
malo
y
para
mí
son
las
once
veinte
de
la
noche. Ema: ¿Dónde
estás? ¿Por qué tienes
esa
voz
tan
extraña? Ariel: Estoy
en
casa
un
poco
enfermo
de
la
garganta
y
tú, ¿dónde
estás? Ema: ¡En
mi
casa! ¿Dónde
más
puedo
estar
a
esta
hora? Ariel: Sí, tienes
razón, nuevamente
te
pido
disculpas. Ema: No
te
preocupes, estoy
en
casa, pero
despierta, los
jueves
salgo
del
trabajo
a
la
una
de
la
mañana, llego
a
casa
después
de
las
dos, veo
televisión
y
ordeno
mis
cosas
hasta
cerca
de
las
cuatro
de
la
mañana, así
es
que
estoy
en
plena
actividad. Ariel: ¿Quieres
salir? Ema: ¡¿Ahora?! ¡¿No
es
exagerado
salir
a
las
cuatro
menos
cuarto
de
la
mañana?! Ariel: Es
que
no
puedo
dormir
y
hay
un
café
cerca
de
mi
casa
que
está
abierto
toda
la
noche, hasta
las
seis
de
la
mañana, ¿quieres
ir? Ema: ¿Y
tu
dolor
de
garganta? Ariel: Por
eso
mismo
no
puedo
dormir
y
quiero
tomar
algo.
¿Oye, a
qué
hora
trabajas
mañana? Ema: Mañana
viernes
trabajo
en
el
turno
de
las
ocho
de
la
noche. Eso
quiere
decir
que
salgo
a
las
tres
de
la
mañana. Ariel: ¡Excelente! Entonces
puedes
salir
ahora
conmigo, volver
a
las
siete
de
la
mañana
a
tu
casa
y
dormir
hasta
las
cinco
de
la
tarde
si
quieres. Ema: Bueno, vamos
a
tomar
ese
café. Paso
por
tu
casa
en
veinte
minutos. Ariel: Perfecto, te
espero
entonces.
PREGUNTAS:
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