Max: ¿Qué
haces
mañana? María: Lo
mismo
que
hago
todos
los
días. Max: ¿Quieres
beber
un
café? María: No
sé, es
que
tengo
muchas
cosas
que
hacer. Max: ¿Qué
cosas? ¿Qué
haces
todos
los
días? María: Por
la
mañana, corro
varios
kilómetros, vuelvo
a
mi
casa, como
ensalada, huevos
y
fruta, bebo
mi
leche
y
pongo
todo
en
orden
en
casa. Max: ¡Tienes
una
rutina
muy
ordenada! María: Así
soy. Yo
no
entiendo
a
las
personas
que
no
tienen
una
vida
ordenada. Max: Yo
sí
las
comprendo. Conozco
muchas
personas
que
no
son
ordenadas
ni
tienen
una
rutina
fija
y
son
felices. María: Hay
gente
que
no
puede
ser
ordenada, personas
que
todo
el
tiempo
mueven
todo
de
aquí
para
allá, pierden
el
tiempo
y
no
hacen
nada
productivo. Max: Creo
que
eso
es
exagerado. Uno
puede
ser
desordenado
y
poco
rutinario, pero
ser
productivo
y
no
perder
el
tiempo. Hacer
cosas
entretenidas o
no
hacer
nada
también
es
bueno. ¿Haces
cosas
fuera
de
la
rutina? María: Cuando
puedo
leo
algún
libro
en
la
tarde. Pero
no
siempre
puedo, tengo
que
traer
a
mi
hermano
de
la
escuela. Max: ¡Pero
algo
fuera
de
la
rutina! no
sé, ¿ves
televisión? María: A
veces
veo
televisión
en
las
noches. Otras
veces
como
o
bebo
café
con
amigos, pero
no
vuelvo
a
casa
muy
tarde. Max: ¡No
entiendo! ¡Para
todo
tienes
horario! ¿Puedes
y
quieres
beber
un
café
conmigo
mañana? María: Creo
que
sí, ahora
veo
mi
agenda, a
ver, ¡Sí, puedo! ¿En
la
mañana
antes
de
correr, en
la
tarde
después
de
traer
a
mi
hermano
de
la
escuela
o
en
la
noche
después
de
comer? Max: ¡Qué
pesadilla
María! Te
propongo
beber
un
café
y
haces
todo
un
problema. No
sé. Tú
sabes
cuando
puedes. Yo
tengo
tiempo
y
mi
rutina
es
más
flexible.
PREGUNTAS:
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