Muchos, muchos
años
después
del
año
2000...
Arlequi nadaba
alegre
cerca
de
una
hermosa
playa
al
lado
de
su
hijo, a
lo
lejos
se veía la
verde
vegetación
de
la
isla
que
habían
escogido
para
pasear. Su
pareja
y
sus
otros
hijos
se habían
quedado
en
el
cálido
hogar
familiar. Solo
él
y
su
hijo
pequeño
habían
decidido
dar
ese
paseo.
Arlequi miraba
orgulloso
como
su
pequeño
hijo
nadaba
tranquilamente
y
con
gran
maestría
a
su
lado. Desde
los
primero
meses
de
nacido
le
había
enseñado. Según
él, esa
era
la
edad
propicia
para
aprender
a
nadar... Y
ahora
a
los
cinco
años, lo
hacía
muy
bien.
- Padre
–Dijo el
pequeño- siempre
ha
sido
este
planeta
tan
hermoso
como
ahora.
- No, no
siempre
fue
así... Hace
mucho, pero
mucho
tiempo, este
planeta
estuvo
en
peligro
de
muerte.
- Padre, cuéntame
la
historia
de
como
nos
salvamos
de
morir, de
cómo
se salvó
el
planeta
en
que
vivimos.
- No
sé
para
que
quieres
que
te
la
cuente, si
ya
te
la
sabes
de
memoria; pero
si
tanto
insistes, te
transmitiré
las
palabras
que
uno
de
mis
antepasados
le
dijo
a
su
hijo, y
éste
se las
dijo
a
su
hijo, y
así
sucesivamente
hasta
que
mi
padre
me
las
dijo
a
mí
y
ahora
yo
te
las
digo: En
aquella
época, el
hombre
conquistó
la
galaxia, los
viajes
a
los
diferentes
planetas
del
sistema
solar
eran
rutinarios... Pero
el
costo
fue
muy
elevado. Nuestro
planeta
quedó
destruido. Contaminación, radiación, miles
de
especies
desaparecidas
y
basura,
millones
de
toneladas
de
basura; y
con
todo
esto
llegaron
enfermedades
nuevas
y
desconocidas
y
también
hubo
una
gran
escasez
de
alimentos...
-¿En
los
océanos
también
hubo
escasez
de
alimentos? –Interrumpió
Piri, el
hijo
-.
- Claro
que
sí
– Contestó
pacientemente
Arlequi-. En
todo
el
planeta
faltó
alimento, además
de
estar
convertido
en
un
inmenso
depósito
de
chatarra,
desperdicio
y
basura. Pero
eso
no
fue
lo
peor.
Los
hombres
de
aquellos
tiempos, instalaron
bases
en
otros
planetas
del
sistema
de
nuestro
sol, y
en
aquellos
también
crearon
inmensos
contenedores
de
basura... ¿Te
imaginas?,
después
de
casi
destruir
este
planeta
empezaban
a
echar
a
perder
los
demás... ¡No
habían
aprendido
la
lección! Y
volvían
a
cometer
los
mismos
errores.
- Pero
padre, dime
como
se limpió este
planeta, y
como
volvió
a
florecer
la
flora
y
la
fauna.
- Como
te
decía, el
planeta
era
un
caos, las
enfermedades
mataron
a
muchos
hombres,
pero
no
sólo
los
humanos
las
sufrían, nosotros
también,
todas
las
especies. Tiempo
después
llegó
un
mensaje
de
otra
galaxia
cercana
que
decía: “ Habitantes
de
inteligencia
superior
del
tercer
planeta
del
sistema
solar, pronto
los
sanaremos
del
mal
que
les
aqueja, eliminaremos
los
mortales
virus
que
los
atormentan, y
limpiaremos
de
impurezas
su
bello
planeta, espérenos. Somos
sus
cohabitantes
universales, seres
del
quinto
planeta
de
la
galaxia. La
paz
del
universo
sea
con
ustedes."
- Padre, ¿estos
seres
fueron
los
que
nos
salvaron
de
las
enfermedades?.
- Claro
que
sí, como
te
decía
los
hombres
de
aquella
época
esperaron
a
los
extraños
visitantes... Pero
estos, destruyeron
sus
bases
en
los
otros
planetas
del
sistema
de
nuestro
sol... Para
cuando
los
antiguos
humanos
quisieron
reaccionar, fue
demasiado
tarde... Las
naves
de
los
seres
atacaron
a
los
humanos
y
los
exterminaron.
-¿En
realidad
eran
muy
malos
los
hombres
de
aquella
época?.
- ¡No
te
imaginas
cuánto!... Por
poco
destruyen
este
planeta. Nunca
pensaron
que
el
mensaje
iba
dirigido
hacia
todas
las
especies
de
este
planeta, pero
no
hacia
ellos,
los
humanos... Una
vez
exterminados, los
seres
de
la
galaxia
extraña, restituyeron
la
vida
del
planeta
y
nos
dejaron
a
nosotros
como
responsables
... El
virus
mortal
de
nuestro
planeta
era
la
raza
humana... Pero
gracias
a
nuestros
cohabitantes
universales
fueron
eliminados... Ahora
regresemos, que
tu
madre
nos
espera
en
nuestro
hogar.
Arlequi nadó
mar
adentro, lanzando
un
potente
chorro
de
agua
por
su
espalda... Piri, el
pequeño
ballena, hijo
de
Arlequi, nadó
orgulloso
detrás
de
su
padre.
FIN
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