Khalil Gibran (adaptación)
Hace
muchos
años
vivía
un
rey
sabio
que
deseaba
dar
leyes
a
sus
súbditos.
Llamó
a
mil
hombres
sabios
de
mil
tribus
diferentes
para
que
vinieran
a
darle
leyes.
Pero
cuando
las
mil
leyes
escritas
en
pergaminos
le
fueron
presentadas
y
él
las
leyó, lloró
amargamente
en
su
alma, porque
ignoraba
que
existían
mil
formas
de
crimen
en
su
reino.
Entonces
llamó
a
su
escribano, y
con
una
sonrisa
en
los
labios, él
mismo
dictó
las
leyes
que
fueron
siete.
Y
los
mil
sabios, enojados, regresaron
a
sus
tribus
con
las
leyes
que
escribieron. Y
cada
una
de
las
tribus
obedeció
las
leyes
de
su
sabio.
Por
eso
en
nuestros
días
hay
mil
leyes.
Es
un
gran
país, pero
tiene
mil
prisiones, y
las
prisiones
están
llenas
de
hombres
y
de
mujeres
violadores
de
mil
leyes.
Es
ciertamente, un
gran
país, pero
la
gente
desciende
de
mil
legisladores
y
de
un
solo
rey
sabio.
FIN
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