(Mito
Ticuna - Colombia)
Yuche vivía
desde
siempre, solo
en
el
mundo. En
compañía
de
los
animales
había
visto
envejecer
la
tierra. A
través de ellos
se daba
cuenta
que
el
mundo
vivía
y
que
la
vida
era
tiempo
y
el
tiempo... muerte.
No
existía
en
la
tierra
un
lugar
más
lindo
que
aquél
donde
vivía
Yuche : era
una
pequeña
choza
en
un
espacio
de
la
selva
y
muy
cerca
de
un
lago
con
playas
de
arena
fina. Todo
era
cálido
allí; ni
el
calor
ni
la
lluvia
dañaban aquel
lugar
tan
placentero.
Dicen
que
nunca
nadie
ha
visto
el
sitio, pero
todos
los
Ticunas esperan
ir
allí
algún
día.
Una
vez
Yuche fue
a
bañarse
al
lago, como
de
costumbre. Llegó
a
la
orilla
y
se fue metiendo
en
el
agua
hasta
que
estuvo
casi
enteramente
bajo
ella. Cuando
se lavó
la
cara
se inclinó hacia
adelante
mirándose en
el
espejo
del
agua
y
por
primera
vez
notó
que
estaba
más
viejo.
El
verse
viejo
lo
puso
profundamente
triste.
-Estoy
ya
viejo... y
solo. ¡Oh! me
muero, la
tierra
va
a
quedar
más
sola
todavía.
Muy
triste
comenzó
el
regreso
a
su
choza.
El
susurro
de
la
selva
y
el
canto
de
las
aves
lo
llenaban
ahora
de
una
gran
melancolía.
Yendo
en
el
camino
sintió
un
dolor
en
la
rodilla, como
si
lo
hubiera
picado
algún
insecto; no
pudo
darse
cuenta, pero
pensó
que
había
sido
una
avispa. Comenzó
a
sentir
que
un
pesado
cansancio
le
inundaba
el
alma.
-Es
raro
cómo
me
siento. Me recostaré
en cuanto llegue.
Siguió
su
camino
con
muchas
dificultades
y
al
llegar
a
su
choza
se
recostó y
se quedó
dormido.
Tuvo
un
largo
sueño. Soñó
que
mientras
más
soñaba, más
se
hacía viejo
y
más
débil
estaba
y
que
de
su
cuerpo
casi
muerto
salían
otros
seres.
Se despertó muy
tarde, al
otro
día. Quiso
levantarse, pero
el
dolor
no
se lo
permitió. Entonces
se miró la
rodilla
hinchada
y
notó
que
su
piel
estaba
transparente. Le
pareció
que
algo
dentro
suyo
se movía. Al
acercar
más
sus
ojos
vio
con
sorpresa
que, allá
en
el
fondo, dos
pequeñitos
seres
trabajaban; se puso a
observarlos.
Los
pequeños
seres
eran
un
hombre
y
una
mujer: el
hombre
construía
un
arco
y
la
mujer
tejía
un
chinchorro.
Intrigado, Yuche les
preguntó:
-¿Quiénes
son
ustedes? ¿Cómo
llegaron
ahí?
Los
seres
levantaron
sus
cabezas, lo
miraron, pero
no
contestaron
y
siguieron
trabajando.
Al
no
obtener
respuesta, hizo
un
máximo
esfuerzo
para
ponerse
de
pie, pero
cayó
sobre
la
tierra. Al
golpearse, la
rodilla
explotó
y
de
ella
salieron
los
pequeños
seres
que
empezaron
a
crecer
rápidamente, mientras
él
moría.
Cuando
terminaron
de
crecer, Yuche murió.
Los
primeros
Ticunas se quedaron por
algún
tiempo
allí, donde
tuvieron
varios
hijos; pero
más
tarde
se marcharon porque
querían
conocer
más
tierras
y
se perdieron.
Muchos
Ticunas han
buscado
aquel
lugar, pero
ninguno
lo
ha
encontrado.
FIN
Unas
palabras
sobre
los
ticunas:
Los
Ticuna viven
en
la
zona
del
Amazonas, y
sus
costumbres
son
muy
similares
a
la
de
los
Cocama de
la
misma
región
en
Colombia.
El
jefe
de
la
comunidad
ticuna es
el
Curaca, que
es
la
autoridad
civil
y
religiosa, protege
a
la
comunidad,
la
representa
entre
las
autoridades
territoriales, organiza
grupos
para
realizar
trabajos
en
bien
de
la
comunidad.
El
dialecto
que
hablan
los
Ticuna es
el
Arawak, que
tiene
además
influencia
Tupí.
|