En
una
ruta
que
conduce
de
Lima
a
Cuzco Santiago
viaja
por
una
autopista
a
una
velocidad
muy
alta, cuando
de repente aparece
un
hombre
parado
en
medio
de
la
carretera, haciendo
señal
de
parada
con
los
brazos
y
de
una
forma
desesperante.
Santiago, sorprendido, enojado
y
a la vez asustado, toca
insistentemente
la
bocina
para
ver
si
así
el
hombre
sale
del
camino. Pero
es
inútil, el
hombre
sigue
haciendo
señal
de
parada
con
sus
brazos.
Seguro
está
loco, dice
Santiago
mientras
pisa
muy
fuerte
el
freno
y
así
logra
detener
el
auto
antes
de
chocar
a
aquel
hombre. Muy
enojado, sale
del
carro
y
se dirige hacia
el
hombre
y
le
dice: - ¿Usted
es
ciego? ¿No
ve
que
esta
carretera
es
muy
peligrosa
y
usted
se para en
el
medio
como
si
nada? ¿Usted
es
loco? ¿No
ve
que
corre
peligro?
- No, señor, no
estoy
loco
- le
contesta
el
hombre
a
Santiago
- Lo
que
pasa
es
que
el
puente
que
está
en
la
próxima
curva
acaba de desplomarse; yo
sé
que
si
no
hago
algo, usted, en
este
momento, ya
estaría
muerto. Yo
tengo
que
arriesgar
mi
vida
para
ver
si
puedo
salvar
la
suya.
FIN
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