Las
hormigas
están
en
nuestro
planeta
desde
hace
muchos
años, siempre
sabemos
que
ellas
trabajan
mucho
y
que
buscan
solas
su
comida
y
su
casa. Un
día
después
de
tanto
trabajar
las
hormigas
crean
una
fábrica
debajo
de
la
tierra
donde
inventan
el
vegetal
artificial. No
es
muy
rico
y
además
no
tiene
las
mismas
vitaminas de
los
vegetales
naturales, pero
así
ellas
no
necesitan
salir
fuera
de
los
hormigueros
para
traer
sus
alimentos. Así
se salvan del
fuego, del
veneno, de
los
insecticidas
y
también
de
los
pies
y
las
manos
del
hombre. Como
el
número
de
hormigas
crece
todo
el
tiempo, después
de
unos
días
hay
tantas
hormigas
bajo
tierra
que
es
necesario
ampliar
los
hormigueros. Las
hormigas
crean
entonces
un
solo
Gran
Hormiguero
que
está
muy
bien
organizado, pues
dividen las
funciones
a
cada
uno, en
ese
hormiguero
hay
empleados, jardines
infantiles, restaurantes
para
comer
el
vegetal
artíficial y
todo
está
bajo
la
dirección
de
una
sola
Gran
Hormiga. Por
las
dudas,
cierran
todas
las
salidas
al
exterior. Y
así
pasan
las
generaciones. Es
decir
que
después
de
mucho
tiempo
hay
hormigas
que
nunca
salen
al
mundo
exterior, que
sólo
conocen
la
vida
en
el
hormiguero. Como
nunca
ninguna
hormiga
sale
de
los
límites
del
Gran
Hormiguero, ellas
creen
que
este
Gran
Hormiguero
es
el
“Gran Universo”. Pero
una
vez
una
hormiga
se pierde y
ve
una
luz
lejana, y
descubre
una
salida. Con
el
corazón
palpitante, la
hormiga
sale
fuera
de
la
tierra. Ve
una
mañana. Ve
un
jardín. Ve
flores, hojas, pétalos, rocío. Ve
una
rosa
roja. Todos
sus
instintos
despiertan
rápidamente. Corre
sobre
las
plantas
y
empieza
a
cortar
y
a
comer
y
come
mucho
y
bebe
agua
pura
y
juega
entre
las
flores. Después, decide
volver
al
Gran
Hormiguero
con
la
noticia. Busca
a
sus
hermanas, trata
de
explicarles
lo que ha
visto, grita: "Arriba...luz...jardín...hojas...verde...flores...agua..." Las
demás
hormigas
no
comprenden
una
sola
palabra
de
aquel
lenguaje
delirante, creen
que
la
hormiga
está
loca
y
la
matan.
FIN
|