Nicolás: ¿Dónde
estuviste? Te
llamé
ayer
en
la
noche
y
no
te
encontré. Fabio: ¿Me
llamaste
a
la
casa? ¿No
intentaste en
el
celular? Nicolás: Sí, también
traté
en
el
celular, pero
no
me
contestaste. Fabio: ¿Ayer? A
ver
¿Qué
hice
ayer? ¡Ah! Fui
al
cine, por
eso
apagué
el
teléfono. Nicolás: ¿Qué
película
viste? ¿Pasaron
algo
bueno? Fabio: La
verdad
empecé
a
ver
la
película, pero
me
dormí
en
la
mitad. Era
buena, pero
yo
estaba
muy
cansado, tenía
mucho
sueño, no
aguantaba
despierto
y
me
dormí. Nicolás: ¡Qué
lástima! Te
perdiste
una
película
buena
porque
estabas
cansado. ¿Y
con
quién
estabas? Fabio: Con
Verónica. Ella
tenía
ganas
de
salir
después
de
la
película, quería
ir
a
bailar, sus
amigas
la
esperaban
no
sé
donde, me
invitó
y
yo
no
quise. Nicolás: ¿Se enojó? Fabio:
Se desilusionó un
poco, creía
que
me
iba
a
convencer
y
no
pudo. Nicolás: ¿Y
qué
hicieron
después
de
la
película? Fabio: Ella
habló
con
sus
amigas, averiguó
donde
estaban, trató
de
convencerme
para
salir, discutimos
un
poco, pero
no
peleamos, sólo
le
expliqué
que
estaba
muy
cansado
y
no
tenía
ganas
de
salir. Nicolás: ¿Y
se
fueron
de
vuelta
a
casa? Fabio: No, fuimos
a
comer
algo
y
conversamos
sobre
la
película, ella
me
la
contó. Nicolás: Ja,ja,ja, fuiste
al
cine
y
te
contaron
la
película
después. ¿Y
de
qué
se
trataba? Fabio: Era
una
historia
romántica, una
chica
que
trabajaba
en
un
banco, vivía
sola, era
soltera
y
quería
encontrar
novio, un
día
tuvo
un
pequeño
accidente
automovilístico
y
conoció
a
un
policía
cubano
y
se enamoraron. En
ese
momento
empezaron
los
problemas
para
ellos. Nicolás: Antes
me
gustaban
ese
tipo
de
películas
románticas, veía
muchas, un
día
me
aburrí
y
decidí
no
verlas
más. ¿Y
qué
hicieron
después
de
que
Verónica te
contó
la
película? Fabio: La
llevé
con
sus
amigas
y
ella
se quedó ahí
con
ellas. Yo
me
fui
a
la
casa
porque
me
moría
de
sueño
y
lo
único
que
quería
era
dormir. Nicolás: ¿A
qué
hora
llegó
Verónica de
vuelta
a
casa? Fabio: Como
a
las
cuatro
y
media
de
la
mañana
escuché
la
puerta, pero
no
me desperté completamente, ni
siquiera
la
sentí
cuando
entró
a
la
habitación. Esta
mañana
la
saludé
y
estaba
mareada, tenía
dolor
de
cabeza
y
se sentía mal. Parece
que
bebió
demasiado. Nicolás: ¿Te enojaste porque
bebió? Fabio: No, el
día
que
decidimos
vivir
juntos
quedó
claro
que
yo
no
soy
machista
y
que
los
dos
nos
respetamos
pero
somos
libres.
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